La construcción y renovación de edificios sostenibles es una necesidad para luchar contra el calentamiento global. Sin embargo, la aplicación de materiales ecológicos y equipos de alto rendimiento no garantiza el logro de los objetivos de rendimiento ambiental. Esto se debe a la cultura dominante de organización del trabajo que se basa en una lógica vertical que limita las competencias a un trabajo sin una visión global. Esta falta de colaboración tiene consecuencias perjudiciales para la calidad de un edificio y su impacto ambiental.
¿Qué tiene que cambiar?
Hay que revolucionar la organización de un proyecto creando vínculos de interdependencia y responsabilidad común entre los actores en relaciones de trabajo equitativas. Es la clave para estimular la colaboración integrando una cultura común del enfoque global de un edificio. Este enfoque tiene en cuenta el papel de cada actor: propietario del proyecto, arquitecto, comerciantes, fabricantes, proveedores, habitantes.
¿Cómo podemos actuar?
- Calculando el coste global de la operación mediante la integración de herramientas que faciliten la colaboración (BIM, LEAN management, espacios vitales comunes).
- Comunicando antes de la fase de obra los objetivos del propietario del proyecto, las prestaciones a alcanzar, los materiales elegidos: garantizando la comprensión de todos para favorecer la colaboración.
- Promover las situaciones profesionales multiprofesionales
- Elegir empresas locales para promover la creación de redes entre los artesanos
La integración de esta importancia de la colaboración en la capacitación será tanto más eficaz para asegurar el cambio de paradigma. Esto puede hacerse mediante la elaboración de proyectos pedagógicos comunes entre diferentes escuelas (arquitectos, ingenieros, carpinteros, instaladores de calefacción). Cf. un ejemplo de pedagogía innovadora en el artículo sobre la construcción de la pericia